sábado, 6 de agosto de 2011

El caso Gross: ¿por qué Cuba no?

Arnold August
Tomado de Rebelión.
El ciudadano de los Estados Unidos Alan Gross fue sentenciado a quince años en prisión. La sentencia se dictó después que su juicio en La Habana probó sin duda alguna que él había estado trabajando ilegalmente y bajo falsos pretextos en Cuba, con el programa de la USAID, de Estados Unidos, subordinada al Departamento de Estado, y que financia la empresa contratista Development Alternatives, Inc., en nombre de la cual Gross viajó a Cuba. Durante la vista del juicio oral lo admitió. USAID tiene como un objetivo explícito desestabilizar a Cuba desde dentro, fomentando el derrocamiento del orden constitucional. Fue encontrado culpable de las acusaciones de actuar contra la integridad territorial y la independencia de Cuba como parte de este programa de los EEUU.
Tan pronto como se anunció su sentencia este sábado, 12 de Marzo, los medios masivos internacionales y representantes oficiales de los EEUU, tanto en Washington como en la Sección de Intereses de los EEUU en La Habana, pasaron a la ofensiva una vez más, en una nueva campaña de desinformación y guerra mediática contra Cuba. Por ejemplo, funcionarios de los EEUU en La Habana se han quejado de que Cuba “criminalizó lo que la mayoría del mundo considera normal, en este caso, el acceso a la información y la tecnología” (Associated Press, Marzo 12, 2011). ¿Quién es Washington para determinar la política de Cuba con respecto a la información y la tecnología? Al hacer esa declaración, los funcionarios de los EEUU solo confirman que las acusaciones contra Gross son justas, esto es, que estaba tratando de establecer una red de tecnológica y de información paralela en la isla. Esto constituye una flagrante violación del derecho inalienable de todas las naciones a la autodeterminación y la soberanía. ¿Cómo reaccionaría los EEUU si, por ejemplo, China enviara un operativo a los EEUU a distribuir equipos de comunicación a aquellos que el agente extranjero considerara favorables a organizar un movimiento de oposición al gobierno en el interior de los EEUU y favorable a China? Y, es más, la mayoría de las naciones, incluidos los EEUU, tienen leyes que prohíben este tipo de actividad. ¿Y por qué Cuba no? ¿Por qué, a los ojos de los EEUU, Cuba no debe tener ese derecho?
Yo incluso diría que Cuba, por decirlo de alguna manera, tiene más derecho a luchar por su autodeterminación y su soberanía que cualquier otro país en el mundo. Y esto es así, porque ningún otro país en el planeta ha sido víctima de un ininterrumpido bloqueo, y de actividades terrorista y subversivas por más de cincuenta años. Los EEUU son los autores de estas actividades criminales. Estos mismos Estados Unidos que hoy están una vez más tratando de socavar el derecho soberano de Cuba a defenderse, de modo tal que los EEUU puedan continuar e incluso incrementar sus actividades para destruir el orden constitucional en Cuba.
Cuba tiene derecho a defenderse. Y es además importante que los pueblos de todo el mundo apoyen este derecho y se opongan a las presiones de los EEUU y a la desinformación contra Cuba. Lo mismo si uno apoya plenamente la ruta emprendida por Cuba para actualizar su modelo económico socialista como en mi caso, que si uno tiene otras opiniones sobre Cuba, todos debemos alzarnos como uno solo apoyando el derecho de Cuba a determinar su propio camino económico, político y social. No se debe subestimar el desafío que se ha lanzado a Cuba en estos momentos. Cualquier vacilación en este sentido solo reforzará la posición de los EEUU en su ofensiva contra Cuba.
Los Cinco Cubanos están injustamente en prisión en los EEUU ya durante más de doce años por defender a Cuba contra actividades terroristas que violan del modo más flagrante, violento y cruel el derecho soberano de Cuba a ser una Nación plena, dueña de sus destinos. Esta demanda universal por la libertad de los Cinco Cubanos es también parte del derecho soberano de Cuba a su autodeterminación y soberanía.
* Canadiense. Autor/periodista/conferencista especializado en Cuba. Su próximo libro será Cuba: Democracia Participativa y Elecciones en el Siglo XXI. Miembro del Comité Internacional por la Libertad de los Cinco y del "Comité Fabio Di Celmo pour les Cinq de la Table de concertation de solidarité Québec-Cuba".

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