jueves, 11 de noviembre de 2010

Los Aldeanos en Miami: motivos para extrañar la aldea.

Vladia Rubio
“Algo anda mal, mal anda algo” quizás estén tarareado bajito su propio estribillo Los Aldeanos, pero no ya mirando en derredor de su Aldea, flanqueados por los frondosos árboles de Nuevo Vedado, sino rodeados por la atmósfera de un Miami que de pronto se les ha vuelto amenazante y hostil.
Al llegar al aeropuerto miamense este domingo, ni Aldo, ni El Bi, ni Silvito el Libre, quien se les sumó ayer, sospechaban que este miércoles en la mañana serían puestos de patas en la calle por el hotel Deauville, Miami Beach, donde se alojaban, y mucho menos podían olerse que habían sido objeto de una miserable manipulación mediática.
Desde que en el mismo aeropuerto fueron abordados por los primeros periodistas, dejaron claro cuestiones importantes: lo que políticamente tenían que decir sobre Cuba estaba en sus canciones y lo decían en su país; y no venían a cantarle solo al “exilio”, sino a todos los cubanos, estén donde estén, precisaron cortantes, sin sonrisa.

1 comentario:

  1. Estimado Enrique:

    Mire usted que hasta a nosotros nos han censurado ya en El Nuevo Herald los comentarios que hacemos bajo otro seudónimo --Satanás, el cual adoptamos a sabiendas de que los energúmenos que comentan en aquellas páginas nos iban a llamar de todo y entonces, pues, mejor llamarnoslo nosotros mismos--. Ahora nuestros comentarios deben ser aceptados por el moderador suponemos que tras un nuevo método que consiste en reportar comentarios inapropriados con un solo pinchazo. Los nuestros, casi todos, han pasado por eso, y el Herald o el servicio contratado para tal fin prefiere ya de antemano frenarnos. El caso es que los defensores de la libertad de expresión terminan siempre siendo peores que los que supuestamente la violan, pues recientemente publicamos comentarios asiduos en Cubadebate sin ningún problema --comentarios serios, sin alevosía. He aquí el comentario en respuesta al último artículo de Carlos A Montaner que no se va a publicar en el Herald:

    El caso es que Raúl, con todo lo malo que puede ser Raúl, planteó y plantea algo nuevo para Cuba, mientras Carlos Alberto Montaner lleva 50 años diciendo lo mismo, antes y después de la Revolución. Dice que el gobierno se asegurará que la acumulación de riqueza no sea excesiva, como si la acumulación de riqueza fuera un fin ético o moral, y por lo tanto, inedulible. Vamos a recordarle al señor Montaner que Cristo dijo que antes entraría un camello por el hoyo de una aguja que un rico en el reino de los cielos, y que la única forma que se le garantizaba al rico su entrada en el Cielo era repartiendo la riqueza. El socialismo, con todos sus defectos de eficiencia económica --la eficiencia capitalista está basada en la explotación de los trabajadores, algo que tampoco tiene ninguna justificación moral o ética, pues como bien dijera Enmanuel Kant, en cuestiones morales, el único fin es el ser humano--, pues bien, el socialismo, aún con todos sus defectos de eficiencia económica (la eficiencia económica tampoco es un fin moral), continúa siendo un sistema mucho más ético que el capitalismo, que se basa en la competición, o sea, en la existencia de ganadores y perdedores, siendo los primeros muy pocos, por ejemplo Montaner, que coge un pensamiento de Martí para uno de sus artículos repetidos, le pone el copyright, y luego cobra por ello (esencialmente sacándole partido al patrimonio del pueblo cubano), y los segundos, la inmensa mayoría, en Estados Unidos un 99% de la población, cuyos ingresos han aumentado solo un 16% en los últimos 30 años mientras para el otro 1% han aumentado un 280%, lo cual desmiente el famoso "trickle-down" de Reagan o efecto de escurrimiento sobre el cual se basan las ideas neoliberales de Montaner. El capitalismo a la larga lo único que crea es una marejada de perdedores (como aquí en los Estados Unidos la mayoría vive en la cabeza del Imperio que mediante sus multinacionales y su ejército controla el petróleo y la mayoría de recursos naturales del mundo se creen todos sus ciudadanos ganadores, y por lo tanto, no se ponen a comparar ni a pensar) a quienes solo puede rescatar el Estado, sí, Señor Montaner, el Estado, aunque a usted no le guste, que en Estados Unidos está diseñado para salvaguardar el sistema capitalista, sacando de apuros a los grandes ricachones, como se ha evidenciado recientemente, y dándole migajas a los pobres, que siempre terminan pagando las culpas, como se ha evidenciado también con todos esos paquetes económicos europeos y se evidenciará cuando los republicanos comiencen a hacer girar la rueda de su nuevo poder en Estados Unidos. El capitalismo en Cuba solo conseguirá destruir por completo el entramado de beneficios sociales alcanzado con la Revolución, mientras unos pocos capitalistas se van a llenar los bolsillos (de tal forma que la riqueza atribuida a Fidel y a Raúl se va a quedar pequeña). No en vano casi todos los países ex-socialistas la mayoría de la población se lamenta de la caída del comunismo, a pesar de la auréola dantesca de aquellos regímenes.

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